¿Por qué te sentís triste después de ser mamá? Entendiendo la depresión posparto
La depresión postparto es más común de lo que imaginás. Tu familia, amigos y pareja pueden hacer mucho para apoyarte en tu recuperación.
Sabemos que la maternidad suele ser un camino complicado. Si te preguntas por qué te sentís tan abrumada y triste, incluso en momentos donde deberías sentir alegría, queremos que sepas que esos sentimientos son válidos y que no estás sola. Es hora de hablar abiertamente de la depresión posparto, una condición que afecta a muchísimas mujeres y que es más común de lo que imaginas. Estamos acá para acompañarte y entender por qué te estás sintiendo así.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo que puede surgir en las semanas, meses o incluso un año después de dar a luz. No se trata solo de estar triste: es una mezcla compleja de factores físicos, emocionales y sociales que pueden desbordar a cualquier mamá.
La depresión posparto es una condición médica que puede prolongarse por meses o incluso años si no se trata. Por eso, buscar la ayuda de un profesional es necesario.
¿Por qué sucede?
No hay una única razón. La depresión posparto puede suceder por una combinación de factores físicos y emocionales que se juntan en esta etapa tan vulnerable
Factores que pueden influir:
- Cambios hormonales: Después del parto, los niveles de estrógeno y progesterona caen drásticamente.
- Agotamiento físico: Los cuidados constantes de un recién nacido provocan una acumulación de cansancio y falta de sueño que lo hace todo más difícil.
- Autoimagen y autoestima: Los cambios en tu apariencia y la transformación de tu cuerpo, o también las preocupaciones sobre tu capacidad para ser una buena mamá, pueden generar mucha inseguridad.
- Cambio de estilo de vida: La pérdida de tiempo para una misma, así como para tus relaciones personales y laborales.
- Relaciones personales: conflictos con la pareja o la familia pueden agravar el malestar.
- Falta de apoyo: sentirse sola en esta etapa puede ser devastador.
- Preocupación por el bebé: La preocupación por su bienestar, cuidado o salud o alguna anomalía puede ser una causa de gran estrés y agotamiento.
- Preocupaciones de la vida diaria: Sentir estrés por tu situación económica, laboral o crianza.
¿Cómo saber si es melancolía o depresión posparto?
Es normal sentirse sensible, llorar sin motivo o tener altibajos emocionales en los primeros días. A eso se le llama melancolía posparto, y suele desaparecer sola.
Pero si los síntomas persisten más allá de las dos semanas o se intensifican, es momento de prestar atención.
Síntomas de la depresión posparto
- Llanto excesivo, frecuente o sin causa aparente.
- Cambios en el apetito.
- Irritabilidad.
- Ansiedad.
- Falta de interés en el autocuidado.
- Falta de energía.
- Dificultad para concentrarse y cumplir actividades laborales o del hogar.
- Pensamientos negativos hacia el bebé u otras personas.
- Dificultad para dormir, incluso cuando el bebé descansa.
- Sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza.
- Bajo deseo sexual.
La Escala de Edimburgo puede ayudarte a iniciar una conversación con tu médico.
¿Qué podés hacer si estás atravesando DPP?
Primero: no te culpes. No decidiste sentirte así, y no estás fallando como madre. Hay muchas formas de empezar a sentirte mejor:
- Buscá apoyo profesional: Acercate a tu médico o a un terapeuta en quien confíes y contale todo lo que venís sintiendo. Ellos son los indicados para orientarte y, si hace falta, sugerirte un tratamiento que se adapte a vos.
- Hablá de lo que te pasa: No te guardes lo que sentís. Compartilo con tu pareja, amigos o familiares cercanos. Si te da vergüenza o no sabés por dónde empezar, buscá grupos de apoyo para mamás que hayan pasado por lo mismo. Sentirte escuchada, querida y comprendida puede hacer una gran diferencia.
- Pedí ayuda con las tareas de la casa y el cuidado del bebé. No tenés que hacer todo sola. Pedí ayuda para las labores de la casa o el cuidado del bebé.
- Descansá lo más que puedas, aunque sea por 15 minutos.
- Regalate momentos para vos: Date un baño relajante, leé algo que te guste o escuchá música tranquila.
- Probá meditación o mindfulness para darte un momento de paz.
- Comé bien y movete un poco: Una alimentación variada y algo de movimiento suave (como salir a caminar) pueden mejorar tu estado de ánimo.
- Escribí lo que sentís: Llevar un diario puede ayudarte a entenderte mejor. Anotar cómo te sentís cada día te permite ver qué cosas te hacen bien y cuáles no.
- Tomá un poco de sol todos los días: La luz natural ayuda a regular el estado de ánimo.
¿Cómo acompañar a alguien con depresión posparto?
Si tu pareja, amiga o familiar está atravesando DPP, tu rol puede ser clave. No hace falta ser experto, pero sí estar presente.
Escuchá sin juzgar
- Preguntá cómo está ella, no solo el bebé.
- Usá frases abiertas: “¿Cómo estás?”, “¿Querés hablar de cómo te sentís?”
- Si no responde, insistí con cariño. A veces cuesta abrirse.
- Compartí tu experiencia si puede ayudar, pero sin acaparar la conversación.
- Elegí un momento tranquilo para hablar, sin interrupciones.
- Validá lo que siente sin minimizarlo: “Debe estar siendo muy difícil”, “Te entiendo”.
- Evitá frases como “tenés que estar feliz” o “mirá el lado bueno”.
- Evitá confrontaciones o charlas en medio del caos.
Ofrecé ayuda concreta
Tu presencia puede ser más valiosa que cualquier consejo. Pequeños gestos pueden tener un gran impacto.
- Cociná su plato favorito o una comida nutritiva.
- Ayudale con algunas tareas de la casa.
- Cuidá al bebé para que pueda descansar o salir un rato.
- Acompañala al médico si lo desea, o quedate con el bebé mientras ella va.
- Acompañala a una clase de estimulación temprana.
- Invitala a una cafetería de lactancia o grupo de madres.
Celebrá sus logros
- Reconocé las pequeñas victorias: una ducha, una salida, una sonrisa.
¿Y si sos pareja o familiar y también te sentís mal?
Entre el 8% y el 10% de los padres también pueden sufrir de depresión luego del nacimiento del bebé, ya que el estrés aumenta y el cansancio pega fuerte.
¿Qué podés hacer?
- Reconocé tus propios síntomas: tristeza, irritabilidad, falta de interés.
- Buscá apoyo emocional o profesional.
- No descargues tu malestar en la mamá: ella ya tiene bastante.
- Cuidarte también es cuidar a tu familia.
Una familia saludable empieza por adultos que se sienten bien.
¿Sentís que algo no está bien?
No lo ignores. La depresión posparto tiene tratamiento y se puede superar. Hablá con tu médico, buscá apoyo y recordá: no estás sola. Tu bienestar también importa, y cuidarte es el primer paso para cuidar a tu bebé.
Referencias
Biblioteca Nacional de Medicina (s.f.). Depresión posparto. MedlinePlus. National Institutes of Health. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/007215.htm
Mayo Clinic (24 de noviembre del 2022). Depresión posparto. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/postpartum-depression/symptoms-causes/syc-20376617
Oficina para la Salud de la Mujer (9 de abril del 2018). Depresión posparto. Womens Health. Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. https://espanol.womenshealth.gov/mental-health/mental-health-conditions/postpartum-depression
National Institute of Mental Health (s.f.). Depresión perinatal. National Institutes of Health. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion-perinatal
UNICEF (s.f.). ¿Qué es la depresión posparto? UNICEF. https://www.unicef.org/parenting/es/salud-mental/que-es-la-depresion-posparto